martes, marzo 04, 2014

besos

- Buenas tardes.
- Buenas tardes.
- Dígame.
- Venía a por besos.
- En el cielo las estrellas en el campo las espinas y en el medio de mi pecho una lata de sardinas.
- Perdone, pero he dicho besos no ver-sos.
- (Avergonzada) Ah. Lo siento. ¿Cuántos quería?
- Como para todo el fin de semana.
- Eso no me dice nada. Hay gente que en todo el fin de semana ni se roza.
- Pero está lloviendo.
- Lo mismo da que da lo mismo. ¿Entonces?
- No sé. Muchos.
- ¿Dos kilos?
- Póngame tres, por las dudas.
- ¿Y cómo los quiere?
- Quiero de varios un poco. ¿Se pueden probar?
- Tres pruebas. No más.
- A ver, deme un poco de beso a l'orangesoir.
- Ése es ligeramente amargo.
- Mmm, sí, sabe como a fin de semana que termina. Medio digestivo, no sé. Quiero algo más cremoso. Pero frutal cuando líquido. Ya sabe, consistente, pero fluido.
- Qué exigente, mujer. No sé si haya uno así tal cual.
- Ése de beso al fogón ¿qué lleva?
- Apretón de labios, poca saliva, todo batido a fuego lento en movimientos circulares.
- ¿Y el de beso dubitativo?
- Ése lleva más aire que beso, viene granulado.
- No, ése no quiero.
- Venga, guapa, tampoco tengo todo el día.
- Uy, qué carácter. Parece mentira que venda usted besos.
- Es que usted se está regodeando.
- Y qué quiere, que elija los besos como quien mira llover?
- Tanto elegir! Pruebe nuestros besos sorpresa. Verá que tienen su encanto, la dejan a una temblorosa.
- Y si me llevo tres kilos y a media tarde tengo atracón de besos y dolor de barriga, los puedo devolver?
- (Resoplando) Guarde el ticket y no rompa el vacío.
- Se trataba de romperlo justamente.
- Pero es que entonces usted no debería de estar comprando besos!
- ¿Qué quiere decir?
- Pues sí, que aquí vienen aquellos que viven bien de imaginaciones. De vacío, pues.
- Pero si yo imagino bien!
- Qué va! Ya está pensando en el reembolso.
- Dudo a veces, ya sé.
- No me diga...
- ¿Qué me recomienda, entonces?
- Que abra un poquito más la boca.
- ¿Qué tanto más?
- No sé qué tanto más! ¿Acaso alguna vez le para a usted la mente? ¡Sólo ábrala!
- Vale, vale! La abro más ¿y luego?
- Cierre los ojos.
- ¿Y luego?
- Y luego.

(Escrito con Ana Jimena Sánchez).