viernes, enero 17, 2014

confesión sin comas

Estaría bueno que ya ahora mismo en este mismo instante entrara alguien por la puerta y sin mediar palabra sacudiera mi alfombra mental en el balcón de mi neurosis. Y que me dé risa escribir esa frase e imaginar todo el desorden de cosas acumuladas que caerían como una regadera, como si mi memoria y mi corazón sufrieran el mal de diógenes, guardando cosas sin sentido, latiendo enredados los dos en mi caos.
Cada tanto un sábado por la mañana por ejemplo debería ponerme a bach o a charly garcía y ponerme también a limpiar las alforjas de esta cabecita loca para no sentir que ahora al menos hoy es preciso que alguien entre por la puerta y me dé vuelta y vacíe como la caja de juguetes de mi sobrino que es una caja de pandora en miniatura una caja de pandora de cosas buenas: puede haber un pinocho un ironman un títere miles de coches miles de cosas todas desperdigadas por el suelo cuando le da la vuelta sin preguntar a nadie porque sí porque quiere sacarlo todo fuera.
Y qué placer ver caer todo eso sin que nadie rechiste ni quiera poner orden: vaciarlo todo en medio del salón y luego ir a preparar un té y resbalarme al pisar inevitablemente.
Hay días en que quisiera que alguien entrara por la puerta y me besara el cuello como si me plantara semillas de jacarandá en la piel erizada.
Y que esa sensación me vaciara de todo todo todo. Me limpiara sin necesidad de psicólogos ni de poemas ni de palabras ni de milongas simplemente mi gran revolución de los sentidos.
El perfecto esplendor de mi piel viva.

2 Comments:

Blogger Ana Jimena Sánchez said...

"...y me besara el cuello como si me plantara semillas de jacarandá en la piel erizada" Esa imagen sola ya me ha podido vaciar a mí. Qué belleza.

17:03  
Blogger samsa said...

Que me ruborizo!
Me quedo sin palabras.

Un beso!

17:35  

Publicar un comentario

<< Home