martes, abril 26, 2011

apuntes

Había que hacer un circo en donde estaba la tristeza (aunque los circos son tristes), banderines y arena, saltos de equilibristas.
Había que hacer un corte en la tela y mirar hacia fuera, arrancarse las pulseras y los collares y salir al viento.
Había que mudar las cajas y las cosas y también el trocito de cielo que se ve desde la ventana, el crujir de la puerta, el sol de febrero.
Había que contarse un cuento con final feliz, con pedacitos de pan que nos guíen de regreso y con casas de caramelos y de besos.