jueves, noviembre 18, 2010

cambio de costumbres

En cuanto abrió la tienda, me lancé sobre el mostrador a cambiar unas costumbres.
- ¿Tiene el ticket? – preguntó la empleada sin apenas mirarme.
Fingí buscarlo revisando mis bolsillos torpemente, pero tenía muy claro que estas eran costumbres que había adquirido hacía mucho tiempo y quién sabe dónde estaría el resguardo.
- Sin ticket no se las puedo cambiar. Además están en bastante mal estado – comentó la empleada revolviendo mis viejas costumbres sobre el mostrador como si fueran jerseys de lana con bolitas.
Al ver que yo me resistía a moverme sin hacer ningún cambio, la mujer sugirió:
- También puede dejar estas costumbres en el contenedor de reciclaje (aunque le sorprenda, alguna gente las puede necesitar) y aprovechar nuestra oferta de la semana: hay unas nuevas costumbres estupendas en la quinta planta. ¡Y a precios poco acostumbrados! – acabó diciendo con una enorme sonrisa de vendedora.
Y allí estaba yo, un día cualquiera como hoy, reciclando mis costumbres y cogiendo una nueva: sólo una para empezar (y que estaba deseando estrenar antes de cumplir muchos más años).

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Genial! Besis.

02:20  

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