tango
Cuando crece la noche
el insomnio me deja su nombre
naufragado en la almohada
lo agita, lo remueve,
mientras me hace preguntas circulares con puntas
despedaza la calma
(como un niño malvado
lanza dardos y muerde:
ella no quiere hablarte
no ves que ya te olvida).
El insomnio golpea
allí donde la duda se amotina,
se pertrecha en mi cama
me anuda por la espalda
y me dicta al oído
poemas que ella no leerá
y que debo devolver a la noche
junto con todo lo demás
por la mañana.
el insomnio me deja su nombre
naufragado en la almohada
lo agita, lo remueve,
mientras me hace preguntas circulares con puntas
despedaza la calma
(como un niño malvado
lanza dardos y muerde:
ella no quiere hablarte
no ves que ya te olvida).
El insomnio golpea
allí donde la duda se amotina,
se pertrecha en mi cama
me anuda por la espalda
y me dicta al oído
poemas que ella no leerá
y que debo devolver a la noche
junto con todo lo demás
por la mañana.