inspirado en paula rego

y con perdón a paula rego, claro.

el jarrón

Tantas veces caído
tantas veces destrozado contra los rincones
tantas veces
desperdigados los trozos
como los incautos sobrevivientes de este naufragio
en sus botes hinchables,
tantas veces
recogidos uno a uno los pedacitos
de debajo de los muebles,
de detrás de las cosas inmóviles,
encajadas las fichas
a presión,
tapadas las cicatrices de la porcelana
con pegamento comprado en los chinos

tantas veces se ha roto
que ya no tiene arreglo

haría falta un hada que me dicte al oído
la fórmula mágica de la reconstrucción
o un manual de instrucciones
comprensible
(que sabemos: no existe).

(y me prometo:
no crearé otro jarrón monstruoso
un frankenstein indomable
que viva tambaleándose
al borde del dolor
entre lo que es
y lo que hubiera querido ser).

silencio

Enhebraré cada palabra
en este hilo de voz

aunque luego
el collar imperfecto
que salga de mi boca
no tenga otro destino
que el viento.

ignorancia

ella me dijo:
- te doy mi corazón.

me quedé mirándole las manos
en las que aquello latía de forma acompasada.

una nube de preguntas revoloteaba
aldededor de mi cabeza con las alas de paja:

- qué hago con esto?, dónde lo guardo para que no se rompa?, hay que sacarlo a pasear?, come por las noches?, hay que cantarle canciones para dormirlo?, se lava del revés?, qué hago si se me pierde?:

distancia

abro la boca
y sólo sale
este enjambre de letras
que huye

desaprender a hablarte
para aprender a hablarte

como un equilibrista borracho
sobre la cuerda floja,
con la emoción
llena de faltas de ortografía

busco y rebusco
una palabra limpia
para lanzarte a aquella orilla
y lo único que encuentro
es este silencio
convertido en fósil
debajo de mi mesa.