domingo, noviembre 12, 2006

la misma herida

Con dos dedos tiro del hilo que sutura la herida y parece que estuviera deshaciendo el lazo de un regalo. La cicatriz se abre despacio como si fuera una boca a punto de pronunciar la palabra volver, pero sólo se escucha el silencio de mi voz y si me esfuerzo un poco, el galope de mi corazón alejándose de mí.
Todo lo que puedo decir será utilizado en mi contra por mí y por eso todo lo que digo hoy y desde hace demasiados días parece el alegato final del juicio final.
Ahora que ya he conseguido abrir la herida otra vez tan sólo queda hurgar en ella hasta pasar del otro lado, atravesar el espejo dejándome la piel en el intento para llegar desde este salto inútil al mismo punto en donde se inició todo.
En ese punto donde todo empezó estoy yo, con la primera herida aún sin cicatrizar, esperándome a mí que sigo aquí como si el calendario fuera infinito, mirando pasar las cosas distraída con estas palabras.

1 Comments:

Blogger makkkafu said...

Me gusta lo que has escrito.

Puede que las heridas jamás cicatricen, que como perro herido nos guste relamernos donde más duele.

En fin ... eso...

C.A. Makkkafu.

20:32  

Publicar un comentario

<< Home